El Informe Especial N° 4/2025 del MNPT revela que en Paraguay 38 mil niñas, niños y adolescentes tienen al menos una persona referente privada de libertad. El informe busca prevenir situaciones que puedan constituir malos tratos y visibiliza la vulnerabilidad estructural que atraviesan las niñas, los niños y adolescentes al entrar en contacto con el sistema de justicia penal.

La privación de libertad de una persona cuidadora no es un hecho aislado: afecta directamente el derecho de las niñas, los niños y adolescentes a vivir en familia, altera su bienestar emocional y su desarrollo, y expone vacíos institucionales como la falta de protocolos de atención a este grupo durante la detención de sus personas referentes y la escasa articulación entre el sistema de protección y el sistema penal.

  • Entre los hallazgos del informe se identifica lo siguiente:
  • Falencias en la protección de los hijos e hijas durante las detenciones.
  • Impactos graves de traslados, aislamiento y separación familiar.
  • Riesgos específicos en la primera infancia, especialmente tras separaciones abruptas.
  • Vulnerabilidad agravadas en niñas, niños y adolescentes indígenas y en hijos e hijas de personas extranjeras privadas de libertad.

 

Durante el diálogo interinstitucional, organizado por el Mecanismo el 18 de noviembre de 2025, la APT destacó tres ejes clave del informe:

1. La trascendencia de la pena sobre las familias.
El informe expone que muchos NNA viven en incertidumbre cuando sus referentes son encarcelados. Se recordó que numerosos sistemas jurídicos prohíben las “penas inusitadas y trascendentales” y que la responsabilidad penal es individual.
La imposición automática de restricciones o pérdida de patria potestad vulnera el interés superior de la niñez y sanciona injustamente a terceros, afectando principios esenciales como la presunción de inocencia y el debido proceso.

2. El proyecto de vida y sus afectaciones
La privación de libertad puede generar un daño profundo al proyecto de vida tanto de las personas encarceladas como de sus hijos e hijas. Al limitar la libertad —base del desarrollo personal— se desencadenan menoscabos que repercuten en aspiraciones, vínculos y dinámicas familiares.

3. El rol de cuidador primario o secundario y las alternativas a la prisión
Comprender los roles de cuidado es esencial para aplicar medidas diferenciadas y ejercer control de convencionalidad. Peritajes sociales y psicológicos muestran que, incluso bajo el cuidado de otros familiares, los NNA mantienen una fuerte necesidad de vínculo parental.
En casos de madres que conviven con sus hijos en prisión, la separación posterior puede provocar ansiedad intensa y afectaciones en el desarrollo infantil, lo que exige respuestas institucionales sensibles y adecuadas.

La discusión en torno al Informe demuestra que la privación de libertad trasciende a la persona privada de libertad y afecta gravemente la vida de los niños, niñas y adolescentes: altera su estabilidad emocional, su proyecto de vida y sus relaciones afectivas. Ante ello, es indispensable que los Estados eviten sanciones indirectas, garanticen el interés superior de la niñez y promuevan alternativas a la privación de libertad para quienes cumplen funciones esenciales de cuidado.

El diálogo concluyó con el compromiso de fortalecer la cooperación interinstitucional para atender la situación presentada en el informe y responder a los desafíos identificados. Lo que marca un paso importante hacia el desarrollo de acciones y políticas coordinadas que salvaguarden los derechos y el bienestar de las niñas, niños y adolescentes con padres y madres en privación de libertad.

 

News Wednesday, November 26, 2025

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