Cuando se les priva de su libertad, algunas personas se encuentran en una situación de especial vulnerabilidad. Entre esos grupos figuran las mujeres, los niños y las niñas, las personas con discapacidad, las personas LGBTI, las personas migrantes, las personas adultas mayores y otros/as. Las necesidades específicas de esas personas suelen descuidarse en los lugares de detención, y las respuestas son en la mayoría de los casos inapropiadas.