Con la propagación de COVID-19, estamos viviendo una crisis sanitaria mundial sin precedentes que está exacerbando las situaciones de vulnerabilidad existentes de las personas privadas de libertad, en particular en las cárceles, los centros de detención de migrantes, las instituciones psiquiátricas, los hogares para personas adultas mayores y otros. Las personas privadas de libertad están particularmente expuestas y la prevención de pandemias no puede hacerse a costa de comprometer los derechos humanos básicos. Esta página proporciona un resumen de nuestras contribuciones y respuestas en estos tiempos difíciles.