Ricardo Sunga III (University of the Philippines)

¿Cuál es la relación entre las leyes filipinas contra la tortura y la incidencia de la tortura en las Filipinas? ¿Han logrado su propósito las medidas adoptadas para frenar la tortura? Estas son las preguntas a las que intenta responder esta investigación.

Este capítulo examina de forma crítica la tortura en las Filipinas de 1985 a 2013. Estudia la elevada incidencia de la tortura durante todo el período examinado. La tortura se encontraba en un punto máximo al principio del período, al final del régimen del Presidente Ferdinand Marcos, que había declarado la ley marcial y utilizaba la tortura como arma contra sus opositores/as. La tortura disminuyó ligeramente al final del régimen de Marcos, aunque su frecuencia, gravedad y extensión geográfica siguieron siendo altas.

Este capítulo también explora la legislación y la práctica en materia de detención y toma en consideración los progresos legislativos que culminaron en la promulgación de la Ley contra la tortura de 2009 de las Filipinas. El capítulo también examina la trayectoria de las Filipinas en cuanto al enjuiciamiento por casos de tortura antes y después de la promulgación de la Ley contra la tortura. Antes de que se promulgara la ley, se condenaba a los y las responsables de actos de tortura por una serie de delitos que iban del asesinato a la coacción. Después de su promulgación, se han presentado cargos por violaciones de la Ley contra la tortura de 2009, pero hasta el momento no ha habido ninguna condena.

El capítulo también tiene en cuenta el potencial creciente de la Comisión Filipina de Derechos Humanos, establecida en 1987 por la Constitución filipina, como mecanismo independiente de denuncia y monitoreo que tiene competencia para investigar denuncias de tortura y visitar los lugares de detención.

La población filipina tiene una expresión: doble kara. Significa ‘con dos caras’. Es una descripción bastante precisa de la situación en materia de prevención de la tortura en el país, donde la legislación y la práctica siguen difiriendo mucho.