Comenzamos a trabajar en Sudáfrica en 2002 con el taller de Robben Island. Esto condujo a las Directrices de Robben Island para la Prohibición y Prevención de la Tortura en África, el primer instrumento regional de este tipo.
Nuestra labor en el país continuó con los esfuerzos de incidencia para asegurar la ratificación del Protocolo Facultativo y la formación de un órgano de monitoreo independiente, o Mecanismo Nacional de Prevención. En 2019 se marcó un hito importante al ratificar Sudáfrica el Protocolo Facultativo. Seguimos apoyando la Comisión de Derechos Humanos de Sudáfrica, designada como Mecanismo Nacional de Prevención.